PRIMER FACTOR: EL ARTISTA
– Un artista que produce de manera constante, con compromiso y continuidad, proyecta que su obra y su trabajo, irrepetible y único, tenga relevancia en el tiempo.
– El artista emergente que muestra, que comparte y que exhibe de manera constante, garantiza la proyección de su obra y su trabajo en el tiempo.
– El artista emergente que comienza a ser premiado y/o seleccionado en distintas instancias artísticas, fomenta, con esta gestión, la revalorización y legitimación de su obra y/o su trabajo por instituciones o referentes en el ámbito artístico.
Es en esta instancia cuando las referencias de proyección de la obra o el artista, comienzan a tomar protagonismo.
Las obras de arte tienen distintos valores en el mercado actual, sin embargo, el arte/artista emergente y las galerías y/o espacios de arte legitimadoras del trabajo y procesos de artistas emergentes, manejan valores similares, marcados principalmente por las dimensiones y presentación de la obra (tipo de enmarcado, presentadas sólo en bastidores, etc).
Cuando «regateás» el precio de una obra y esperás adquirirla muy por debajo del valor estipulado, y esto se convierte en una práctica común para el artista emergente, la obra en lugar de ganar valor, lo va perdiendo.
El interesado que da sus primeros pasos en la inversión en trabajos y procesos artísticos, debe hacerlo consciente de que, los productos decorativos vendidos a gran escala y “económicos” se encuentran en las tiendas de consumo variado (regalerias, etc), y que la obra de arte se revaloriza cuando tiene como circuito, el generado por el artista que participa en el mercado del arte y el comprador de arte.
Al adquirir obra, vos te convertís en un actor legitimador, y como en términos inmobiliarios la casa que será adquirida se revaloriza, entre otros, por encontrarse en un barrio en pleno crecimiento o por las refacciones que la mejorará, vos, como vocero del artista, podrás internalizar no sólo el valor monetario de la obra, sino el simbólico y emocional de la misma.
Es así, como interés inicial en invertir en el arte emergente, puede comenzar a ser una actividad divertida y enriquecedora tanto financiera como espiritualmente.
La consigna:
1. Asistí a las ferias de arte.
2. Conectá con una obra o propuesta artística.
3. Conversá con el artista.
4. Evaluá tu capacidad/interés de inversión.
5. Adquirí tu obra, compartila en tus redes comentando brevemente que te hace sentir y/o el proceso del artista.
6. Mostrala en tu espacio de manera adecuada (evita rayos de sol de manera directa, colgados en paredes o espacios muy húmedos, cerca de pérdidas de agua, colgados de manera poco segura, etc).
7. Contanos tu experiencia.
Te invitamos a agendar la próxima actividad relacionada: Taller el arte, el mercado y la autogestion del artista emergente. Inicio martes 5 de septiembre de 17 a 19 hs.