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Por. Nahomi Martínez
En cada oportunidad que revisamos el programa de un concierto del nivel de los presentados hace más de tres décadas por Nuova Harmonia, lo hacemos con dos expectativas: 1. Si el repertorio es muy reconocido, (seguramente) fue elegido porque el director va recorriendo las salas del mundo con su mejor versión y la orquesta que lo interpreta considera que lo hace como ninguna otra; 2. Si el repertorio es desconocido o poco interpretado, vamos con la expectativa de tener un nuevo registro que esperamos sea el mejor. La noche del 23 de abril la Orquesta Estatal de Rusia “ Evgeny Svetlanov” pisaba el escenario del Teatro Coliseo, y nos anunciaba que la opción 1 era la correcta. 
La Suite N° 1 Op. 46  Peer Gynt de Edvard Grieg abría la noche, reconocida por los menos asiduos por haber sido parte de Fantasía de Disney, conocida por los amantes de la música clásica por ser una de las obras más sutiles y sombrías del compositor holandés.
Es así como Terje Mikkelsen, maestro de la dinámica, la textura y el color sonoro, daba sus primeros indicios, junto a su orquesta, de lo que sería todo el concierto:

Matices impecables y perfectos, producto de una muy cuidada interpretación de la intencionalidad de cada pasaje y su compositor, la dinámica generada fue tal, que cualquier interrupción implicaba perder un detalle único e irrepetible. El tipo de dinámica que te hace sentir el protagonismo de filas o instrumentos que en estas obras conocidas, no siempre tienen preponderancia o brillo.

Lo que relucía de la orquesta no era el porte y la experiencia de los casi 80 músicos, sino el cuidadoso diálogo musical entre todos. Era una ola sonora que crecía desde el más impávido piano al forte más dramático y penetrante, mientras que la única opción para nosotros como espectadores, era continuar sentados explorando emociones y sorpresas de obras que conocemos “al pie de la nota” pero que esa noche nacían con otras texturas y colores. 

La hora de la Rusia romántica y apasionada comenzaba con el Concierto para Piano y Orquesta N° 2 en do menor Op. 18 de Sergei Rachmaninov y con su protagonista, el muy joven Philipp Kopachevsky, que parecía sacado de un concierto europeo de los años 50’s. Este prominente solista es todo lo que soñamos disfrutar de un concierto para piano. Kopachevsky vibra en cada nota y cada silencio, con una libertad plena y una expresividad envolvente, lujo de los verdaderos virtuosos. Durante el primer movimiento, un poco opacado por la orquesta, el pianista y su sonido comenzaban impregnados de pasión y vehemencia, dos emociones que rebasaron el escenario, el piano, el teatro y las expectativas de los que asistimos esperando sólo una buena interpretación, y que se convirtió en este tsunami emocional que no terminó hasta que escuchamos morir la última nota. No queda más que esperar nuevas visitas de Kopachevsky para disfrutar de su sonido y su presencia en el piano.

Ya había tenido la oportunidad en previas ocasiones, de escuchar a una orquesta rusa interpretar Tchaikovsky, lo que devino en decepciones constantes como consecuencia de tener los registros más apasionados y conmovedores realizados por fabulosas orquestas latinas y norte americanas con la interpretación de este incomparablemente sensible compositor. La “Evgeny Svetlanov” venía para reivindicar la pasión rusa y convertirse en abanderados, al menos, de la impetuosa 5ta Sinfonía en mi menor Op. 64 de Piotr Ilich Tchaikovsky.
Una avalancha emocional, construida en las dinámicas y los matices, una fila de violas que sobresalía por su fuerza, las cuerdas eran inmensas en los pasajes más intensos, metales poderosos, maderas que se sentían tan suaves como la brisa…  Mikkelsen y su orquesta eran un viaje en sí mismos a una Rusia de los finales del 1800, a la representación de un Tchaikovsky musicalmente maduro y emocionalmente más sensible. No me puedo imaginar lo que puede ser la “Patética” bajo la batuta de este maestro y esta maravillosa orquesta susurrando el final.
Inmejorable la segunda fecha que ofrecía Nuova Harmonia en su programación del 2018.
PH: Enrico Fantoni
Próxima fecha de Nuova Harmonia:
Miércoles 9 de mayo | Domenico Nordio (Violín) y Orazio Sciortino (Piano) | Beethoven, Vivaldi, Prokofiev, Ravel.
Entradas a la venta y más info sobre el abono joven: www.teatrocoliseo.org.ar 

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NM

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